Divagando

A menudo viene une viejecita a la libreria, muy simpatica por cierto. Habla catalan de pueblo, cosa que a mi me encanta y siempre lleva una alegria en el cuerpo que, de verdad, me deja asombrada. Cada vez que abre la puerta ya se me escapa la sonrisa, y me viene a la mente la pregunta de siempre. La mujer lleva un carro(de la compra por supuesto) y su espalda no esta bien, la tiene así un poco inclinada. Ya se sabe, cosas que suceden con la vejez. El caso es que jamas la he visto sin el carro, y no se si lo lleva porque compra mucho, o porque se aguanta en él.
El otro dia le robaron. Un chico le pidió donde estaba el metro y cuando la mujer se giró para indicarle el chico aprovechó para meter la mano en su carro. Hay que ver, que poca verguenza. Al poco rato vino disgustada a la libreria a contarmelo y me sen
tí impotente de no poder ayudarla. Le puse asi como cara de "pena" y de pronto me empezó a contar, que en realidad no llevaba dinero, que le sabia mal por el monedero porque era muy practico y que no encontraba ningun otro que fuera como ese.
A la mujer le gusta mucho cocinar, lo se porque siempre se lleva " la cocina practica del bacalao". A mi no me gusta ni la cocina, ni el bacalao, pero esa mujer me ha robado el corazon, en el buen sentido y sin malpensar.

Hoy he decidido que de mayor quiero ser como ella.